Henry Steiner de 22 años nacido el 14 de marzo de 2003, es originario de Los Santos. Nació y creció en un entorno humilde, donde desde temprana edad aprendió el valor del esfuerzo, la perseverancia y la importancia de mantenerse firme ante las adversidades. Las experiencias vividas en su entorno, marcadas por la inseguridad y el impacto del crimen, despertaron en él una profunda vocación de servicio y el deseo de contribuir activamente a mejorar su entorno.

Con el objetivo de prepararse profesionalmente, Henry se trasladó a España, donde cursó la carrera de Seguridad Ciudadana y Prevención del Delito en la Universidad de Seguridad y Criminología de Madrid. Durante su formación, complementó sus estudios con programas especializados en defensa personal, primeros auxilios y técnicas de intervención policial. Asimismo, desempeñó funciones como agente de seguridad privada, experiencia que fortaleció su capacidad para actuar con serenidad y eficacia en situaciones de riesgo.

Motivado por su compromiso con el bienestar social, Henry decidió regresar a su ciudad natal al conocer la convocatoria del Departamento de Policía de Los Santos. Su propósito es aplicar los conocimientos y la disciplina adquiridos durante su formación para contribuir al fortalecimiento de la seguridad ciudadana y al desarrollo de una comunidad más justa y ordenada.

Consciente de la responsabilidad que implica portar el uniforme, Henry se distingue por su integridad, sentido del deber y vocación de servicio. Está plenamente comprometido con ejercer la labor policial con profesionalismo, empatía y respeto hacia la ciudadanía, convencido de que la verdadera autoridad se basa en el ejemplo y en el compromiso con los valores que protegen a la sociedad.

Está muy bien explicada la  guía

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“Mi nombre es Beckett Shaw. Nací y crecí en un barrio humilde de Los Santos, donde desde pequeño aprendí lo que significa luchar por ganarse la vida. En las calles vi de cerca la violencia, el crimen y cómo muchas personas buenas sufrían las consecuencias de ello.

Esas experiencias me marcaron y me dieron una meta clara: convertirme en policía de Los Santos. No quiero quedarme de brazos cruzados viendo cómo la ciudad se pierde en el caos; quiero ser parte del cambio, alguien que esté en primera línea protegiendo a quienes no tienen voz ni defensa.

Sé que no será un camino fácil. Ser oficial exige disciplina, valor y entrega total. Pero estoy dispuesto a dar lo mejor de mí, a trabajar duro y a demostrar que, aunque venga de un barrio difícil, eso no me define: lo que me define son mis decisiones, mis principios y mis ganas de servir.

Quiero ser policía no por un uniforme o una placa, sino porque quiero que Los Santos sea un lugar más seguro para todos, y estoy preparado para darlo todo por esta ciudad.”