El Impacto Psicológico de Presenciar un AccidenteEstaba todo tranquilo con mi amigo Cristian; habíamos salido a dar una vuelta y conversar como siempre. De repente, escuchamos una explosión enorme proveniente del Banco Central. El sonido fue ensordecedor, y por un instante, el tiempo pareció detenerse. Estábamos lo suficientemente cerca como para sentir el temblor y la onda expansiva.
No sé exactamente cómo reaccionamos tan rápido, pero ambos nos movimos instintivamente, buscando alejarnos del lugar lo más pronto posible. Mi corazón latía a mil por hora, y la adrenalina me hacía sentir como si todo fuera irreal. Mientras corríamos a toda velocida en el auto, mi mente estaba dividida entre el miedo y el alivio de que no hubiéramos estado más cerca de la explosión.
Cuando finalmente nos detuvimos en un lugar seguro, nos miramos sin decir nada por unos segundos, como si no pudiéramos creer lo que acababa de pasar. Fue aterrador, pero me quedo con la certeza de que nuestras rápidas reacciones probablemente evitaron que algo peor nos sucediera.
Por suerte las camaras llegaron a captar lo ocurrido