[Biografía] Axel Sullivan

Axel Sullivan · 5 · 558
Historia de Axel Sullivan



1997. Paleto Bay. 
Nací en un pueblo tranquilo, rodeado de montañas, mar y caminos de tierra. Paleto no tenía mucho, pero tenía lo suficiente: silencio, rutina, y vecinos que se saludaban aunque no se conocieran del todo. Crecí con mi madre, una mujer que trabajaba el doble y hablaba la mitad. No sobraba nada, pero aprendí que el respeto, la palabra y el esfuerzo diario valían más que cualquier lujo.

Desde chico sentí la necesidad de cuidar lo que me rodeaba. Cuando en la escuela alguien molestaba a otro, yo era el que se ponía en el medio. No por valentía, sino porque no soportaba la injusticia.

A los 15 empecé a trabajar como manzanero en una de las quintas de la zona. Pasaba horas al sol, recolectando fruta, cargando cajones y ayudando en lo que hiciera falta. Fue un trabajo duro, pero me enseñó disciplina, compromiso y orgullo por lo simple.

2015. Cambio de rumbo. 
Con 18 años decidí mudarme a Los Santos. El pueblo empezaba a quedarme chico, y sentía que afuera había algo más. Llegué con poco, como muchos. Me las arreglé en lo que pude: trabajé como repartidor, luego como chofer nocturno, y más adelante como personal de seguridad en eventos callejeros y boliches. Esos trabajos me pusieron frente a situaciones que no se aprenden en libros: peleas, personas descompensadas, conflictos que había que resolver en segundos, sin perder el control.

Durante un tiempo también colaboré como voluntario en simulacros de evacuación en barrios carenciados. Fue una experiencia que me marcó. Ahí no importaba quién eras ni de dónde venías, lo único que importaba era actuar con responsabilidad, rapidez y humanidad.

2022. Lo aprendido. 
Después de años trabajando en la ciudad, aprendí a moverme con calma incluso en medio del caos. La calle me enseñó a leer gestos, a actuar sin provocar, a mantenerme firme sin perder la compostura. A veces resolver un problema no requiere fuerza, sino saber decir la palabra justa en el momento justo.

Cada trabajo, cada noche larga, cada calle recorrida me fue formando sin que me diera cuenta. No todo fue fácil, pero siempre intenté actuar con honestidad, incluso cuando no había nadie mirando.

2025. Presente. 
Hoy sigo trabajando, observando, mejorando. No tengo todas las respuestas, pero sé quién soy y en qué creo. Y si hay algo que aprendí con los años, es que estar del lado correcto no siempre es fácil, pero siempre vale la pena.

"Hay caminos que uno no elige por ambición, sino por convicción."
 
— Axel Sullivan