Hola, no solo estabas en un vehículo que no era tuyo. Acuñaste que era robado. Revisada la patente, el auto estaba a nombre de otra persona. Revisada la foto de esa persona, se notaba que no eras tú. Se te preguntó de quién era el vehículo, no supiste decir de quién era. Se te asignaron cargos por robo, y se te dijo que te los quitaríamos si nos dabas el nombre del dueño del vehículo (para probar que lo conocías o lo habías tomado prestado). Te negaste, te reíste y te fuiste.
Apareció otra persona detrás, que identificó con nombre al dueño del auto e indicó que lo habías robado.
No sé qué más esperabas que hiciéramos.